Día a día las ciudades se ven enfrentadas a retos climáticos que complican notablemente su buen funcionamiento y estabilidad. La arquitectura sostenible ha pasado de ser una tendencia a convertirse en una necesidad debido a la gran cantidad de beneficios ambientales que brinda; ayudando en el manejo del ruido, la disminución en la temperatura de las ciudades e incluso en el control de inundaciones gracias al manejo eficiente de aguas pluviales.