La arquitectura sostenible se ha convertido en un gran atractivo para la comunidad debido a un sinfín de beneficios que afectan positivamente la calidad de vida; el contacto constante con la naturaleza aumenta el ánimo, disminuye los niveles de fatiga y estrés. Por esta razón, instintivamente las personas buscan espacios donde puedan disfrutar de ambientes naturales, para sentirse más cómodos, felices y frescos.